Los amores perdidos de Jack Duluoz

A Pete Carini

Maggie Cassidy¹

Maggie perdida

Mardou perdida

Tristessa perdida,

todas perdidas en La Leyenda de Dulouz.

“En este momento escribo traduciendo directamente del francés que tengo en la cabeza.” Jack Kerouac, carta a Allen Ginsberg del 8 de nov. de 1952.

Gerald Nicosia:

De lo que no cabe duda es que en el periodo que va de octubre de 1952 a octubre de 1953 Kerouac creó tres obras importantes: “La tierra del ferrocarril, Maggie Cassidy y Los subterráneos que constituyen un segundo annus mirabilis; junto con las tres obras maestras del año anterior, constituían una explosión de creatividad única en la literatura estadounidense desde Melville y siguió los pasos del Bardo Inmortal.²

Jack Kerouac escribía en el desierto y su enemigo era “la ética burguesa de los editores de su época”. Más la de sus amigos que trataban de encarrilarlo: Ginsberg intenta “reorientarlo hacia una novela de trama más convencional” (Nicosia). Jack Kerouac estaba “harto, enfermo, de la oración inglesa convencional” pero los editores, no. Pedían más de lo mismo. Nada cambió. Los editores siguen ahí, pidiendo oraciones convencionales, sujeto verbo predicado, con soporte de tramas legibles. A Jack Kerouac solo le quedaba seguir escribiendo en la cueva del “ermitaño literario independiente como Thoreau”. Era un ermitaño. ¿Qué otra cosa puede ser un escritor refractario a la reorientación? Y siguió, siempre. Hace un viaje rápido a Nueva York y ahí Allen Ginsberg le dice que On the road es imperfecta. Carl Solomon solo tuvo insultos para Dr. Sax: así que tiene que responder, a los que no saben leer, breve:

¿Crees que no me doy cuenta de la envidia que me tienes, y de que tú, Holmes y Solomon darían el brazo derecho para poder escribir con el estilo de En el camino? No me dejas otra alternativa que escribir cartas imbéciles como ésta.” (Jack Kerouac, carta a Allen Ginsberg, 8 de octubre de 1952).

La carta de Allen Ginsberg está fechada el 12 de junio de 1952, y es un clásico de los lugares comunes que todavía se usan para reeducar o “encuadrar” a los escritores que no pueden no maltratar las oraciones convencionales. Balzac, una de las fuentes de Kerouac, lo dijo, los gobiernos pasan, la policía queda.

Gerald Nicosia: “la metodología de Jack Kerouac era más amplia que la crítica convencional con la que Allen había intentado medirla.”

Jack Kerouac escribía fragmentos y acumulaciones de visiones amorosas. El amor es una a-realidad activa. Se conquista con “irregularidades sintácticas”, infinitamente escritas, infinitamente leídas.

Gerald Nicosia: “Kerouac le dijo una vez a John Clellon Holmes que había repartido la historia de su vida en los numerosos libros de La leyenda de Dulouz porque no podía incluirla toda en un mismo molde.” Nunca le perdonarán a Jack Kerouac escribir libros no lineales y usar distintos moldes y registros. Tampoco se le perdonará la masa de lecturas.

Joyce Johnson:

Pasó los pocos días que siguieron consumiendo libro tras libro que podían llegar a alimentar su escritura. Leyó los sermones de John Donne y La montaña de los siete círculos de Thomas Merton y repasó el Ulises. Releyó los discursos de Ahab en Moby Dick, y Muerte a Crédito de Céline. Después de estudiar Hamlet línea por línea, empezó a pensar en Red Moultrie (y posiblemente en él mismo) como un “tipo que viaja a dedo, un pobre, místico Hamlet.” (Joyce Johnson, La voz es todo)

Maggie perdida recubre toda la novela, es una historia no lineal de una pasión amorosa. De esas que empiezan perdidas. Un melodrama descogotado por Kerouac del francés al inglés y del inglés al francés, y así, un pasaje continuo, entre dos lenguas. Y se vuelve incontable. Jack Kerouac hace incontable todas sus novelas. No queda otra salida que leerlo, si no, hacerlo beatnik, o congelarlo En el camino. La pasión no lectora es obstinada. Se pasa la posta de generación en generación. Leerlo es perder a Maggie con Jack Kerouac. Pasar por toda la curva de la sonoridad que nos lleva al amor perdido. Para Jack Kerouac los amores no se pierden psicológicamente, se pierden en el sonido. O se vuelven a escuchar en la evocación. Un día esa escucha se pierde, se hace nube, como en una novela de Gadda. Un apaciguamiento de la obsesión. Se pierde. Se recupera. ¿Cómo se pierde? ¿Cómo se recupera? Preguntas sin respuesta. Maggie es la obsesión irlandesa de un canuck. Un amor perdido es una sensación que va de intenso a mate y, a veces, de nuevo a re-intenso. Maggie Cassidy está pasada por el francés hacia el inglés, muchos momentos de la novela fueron escritos directamente en francés como lo muestra la publicación de los escritos franceses de Kerouac. La bella irlandesa de Courbet fue pintada en francés. Es Maggie, esa bella irlandesa, que se instala en un anywhre out of the wolrd baudeleriano donde hay que redecirla infinitamente o amarla infinitamente o perderla infinitamente, en cada lectura. Inalcanzable y perdida. Escrita en el francés traducido al inglés que Kerouac tiene en la cabeza, en sus visiones, y leída en la extraordinaria traducción de Federico Corriente. Kerouac ese “desarraigado en una Norteamérica en la que era imposible vivir y escribir en otra lengua que no fuera el inglés.” (Federico Corriente, Sobre la traducción).

Maggie perdida en la voz del canuck: ¿en qué voz se pierden los amores?: “Sé dur pour mue parle l´Anglais parse jé toujours parle le Français Canadien chenou dans ti-Canada. Encore plus dur s´écrire en Angla; je se comment mai je peu pa, je veu pas…” (Es duro para mí hablar el inglés porque siempre hablo el francés canadiense en nuestra casa en el pequeño Canadá. Mucho más duro es escribir en inglés: sé cómo pero no puedo, no quiero).

Y por si alguien quiere ver un poco más: “Je listoire en Franca chenou si quequn veul voir comme j´le cri.” (Tengo la historia en francocanadiense si alguien quiere ver cómo la escribí.)

¿Con qué voz le muerde los labios a Maggie? ¿El cuello? En una voz que hace literatura en dos lenguas. Que habla dos lenguas. En las novelas de Kerouac se muerde con la voz y el oído, no con los dientes, y en francocanadiense y en inglés. Y subjetiva su poema quebrado de amor en las dos lenguas.

1.- Jack Kerouac,Maggie Cassidy, trad. Federico Corriente, Contra, Barcelona, 2016

2.- Gerald Nicosia, Jack Kerouac, trad. Ángela Pérez, Circe, Barcelona, 1994. Todas las citas del libro de Gerald Nicosia pertenecen al capítulo 9.

Escrito por: Hugo Savino