Cívico, Político, y La Ética

Escrito por: Henri Meschonnic

Traducido por: Hugo Savino

Cívico, político: el razonamiento de experiencia de Claude Sicre volvió a encontrar la reflexión de Émile Benveniste sobre la historia de las palabras. Sí, estas dos palabras trabajan oponiéndose una a la otra, y no solo históricamente, mientras que ingenuamente se podría pensar que deberían ir en la misma dirección, juntarse, ser equivalentes, incluso. Pero lo que me sorprende sobre todo es que «cívico», «civismo» implican necesariamente una ética, ética, la ética misma, mientras que «político» no implica por sí misma ninguna relación a la ética, ni en la historia de la noción ni en su práctica. Es que cívico implica al otro, a los otros, una relación de individuo a individuo, y de individuo a colectividad, de manera tal que haya sujeto en el individuo y que el individuo sea un sujeto para otros sujetos; mientras que lo político, la política, de hecho son relaciones de fuerza, y es preciso un trabajo particular para poner allí una ética, puesto que la comprobación banal es el cinismo de la política. Pero «cívico», y lo que se llamaba la «instrucción cívica», dice el estar juntos, el estar con. Pero creo que aquí hace falta tener mucho cuidado cuando se habla de «sociedad», no de «comunidad», porque «comunidad» da «comunitarismo», un autismo de grupo étnico, y el odio hacia el otro, a lo diferente. Lo contrario mismo del espíritu cívico, abierto a la ciudad planetaria, mesa abierta a la salud de todos.

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